domingo, 12 de junio de 2011

Fin

Y que la aurora de la mañana me de el ultimo aliento, para exhalar en una profunda y dolorosa línea, el resumen de mi vida. Vida...
Mientras la noche y mi existencia se acaban al mismo tiempo.
¿Para qué exclamar al fin, siempre al fin del camino, los sentimientos que todo el camino estuvieron censurados?
Sentimientos caducos, sentimientos que crecen rompiendo mi cordura, floreciendo en hermosos colores y creciendo espinas, al mismo tiempo. 
Dame aliento, amanecer, para redimir mis deudas con la vida.
Para llenar en un grito el mundo con el silencio más aturdidor. Brotan ríos de mis ojos. ¿Quién ama los finales? ¿Quién, sino el que muere en desdichas, ansía el fin? No temo al fin, temo al oscuro camino o vacío que halla. ¿Cómo saber?

Siempre pensando primero en el "qué dirán" se acaba, de desgasta el manantial de los días, sin expandir plenamente vivencias, sueños, emociones, acciones. Como un freno.
Y... ¿Con qué motivo? A fin de cuentas, ¿quién va contigo a donde no sopla el viento y donde no sale la luz? Eso pensé.
Y aquí heme, cayendo del abismo del planeta.

Mi último pétalo, mi última bocanada de aire, y no fluirá más por mis venas esta vida.

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